miércoles, 5 de marzo de 2014

EPÍLOGO

Hoy, miércoles de ceniza del año 2014, inicio de la Cuaresma, finalizo la publicación de mi libro SOY CRISTIANO  con el Epílogo. Queda todo escrito también en este blog. Lo que quise testimoniar en el, aquí está completo y gratis para toda aquella persona a la que el Espíritu Santo traiga de alguna manera a este blog. A partir de ahora, no se si actualizaré el blog, ya que el objetivo para el que lo creé se ha cumplido, después de iniciarlo en Junio de 2012, recién publicada en internet, la versión del libro en papel.

EPÍLOGO


En mi búsqueda de la verdad, encontré en internet un foro en una página católica llamada Web católico de Javier. En ese foro un sacerdote contestaba a las cuestiones que les planteaban los visitantes. Ahí en el anonimato de internet me fue fácil hacer preguntas y leer cosas que me dieron algunas pistas, como ocurrió con el tema del Sacramento del Matrimonio. Pero hay una cosa que me escribieron que me hizo reflexionar mucho, cuando estaba siendo atraído por la secta del “recobro”, y fue la siguiente respuesta:


¡Querido hermano!
Totalmente de acuerdo, pero, ¡cuidado con los fundamentalismos y fanatismos y radicalismos! Si es cierto que tenemos que ser radicales, nunca debemos ser radicalistas. Si hemos de volver a lo esencial, tampoco debemos excluir lo accidental. Si necesitamos tener en cuenta sobre todo lo principal, no olvidemos lo secundario... Vamos, que no quememos todas las bibliotecas porque en la Sagrada esté toda la Verdad esencial. En cuanto a nuestra relación con los demás, con el mundo, aunque no debemos en absoluto ser del mundo, si debemos tener en cuenta el como son y piensan y sienten, el estado en que se encuentran, etc., para poder llegar a ellos. Así hizo Jesús con nosotros por su Encarnación, pasando por uno de tantos, semejante en todo a nosotros menos en el pecado. Y ahí tenemos también el ejemplo de diálogo de Jesús con la samaritana: no empezó por darle un sermón sobre que Él era el todo, o con Nicodemo y muchos otros. Lo que si debe ser siempre y en todo momento es que nuestra actitud y sentimientos y pensamientos etc. deben ser POR CRISTO, CON ÉL, Y EN ÉL.